El skate vuelve a estar de moda y en su momento cumbre. No lo decimos nosotros, amantes del skateboarding, sino el propio Comité Olímpico Internacional, que lo ha incluido como deporte olímpico para Tokio 2020 junto al kárate, el béisbol, el surf y la escalada. En Estados Unidos el skate es el sexto deporte más practicado en zonas como California. Nunca antes esta disciplina había alcanzado tal nivel de profesionalización y seguidores.
Antes de llegar a esto, el skate ha pasado por toda una serie de evoluciones hasta el punto de ser parte indisoluble de movimientos urbanos y estilos musicales que han marcado diversos hitos, no sólo en la cultura popular estadounidense sino también en la del resto del globo.
Inicios del skateboard: del ‘land surfboard’ al skate
El skateboarding tiene su origen en la década de los 50 del siglo pasado en California cuando los surferos se plantean ponerle a una tabla de madera unas ruedas de patines para practicar en tierra los ejercicios que hacían sobre la tabla de surf. Ni siquiera se llamaba skate, sino ‘land surfboard’. La evolución al skate se produce cuando el joven Allan Gelfand crea el movimiento ‘ollie’ golpeando la cola de su rudimentaria tabla, elevándola sobre el suelo e inventando el método para saltar obstáculos.
Los 60: el boom del skateboarding
En la década de los 60 el skate sufre una revolución: se populariza y salen las primeras compañías fabricantes de tablas de skate. Se calcula que durante esta década se vendieron en EEUU 50 millones de tablas de skate. Las primeras parecían una pequeña tabla de surf, aunque las ruedas ya no eran de metal de patines, sino de una especie de arcilla dura que hasta el momento era el mejor material que se conocía. A finales de la década de los 60 se populariza el plástico como método de fabricación, y llega como no al skateboarding. Se podía usar para hacer moldes y fabricar llantas suaves, pero al mismo tiempo más rápidas y resistentes. Nacen además las llantas de poliuretano.
La década de los 60 fue extraordinaria para la práctica del skate, hasta el punto de que la revista Time le dedica una famosa portada como deporte de moda. Pero cuando algo se populariza también despierta el recelo, y algunos lobbys comenzaron a bombardear con la peligrosidad de la práctica del skate. En algunas zonas se empezó a perseguir e incluso se llegó a prohibir en Noruega. Esto hundió la incipiente industria de tablas.
La revolución del plástico y el poliuretano en el skateboarding
Pero el skateboarding no desapareció, sino que se reinventó. Durante la década de los 70 hubo cambios en las tablas de skate. La tabla de madera se hizo mucho más ancha, se incorporó lo que hoy llamamos tail o cola, -la parte trasera de la tabla con la que saltar-. Las ruedas pasaron de ser de arcilla a poliuretano, que las hacía más duraderas y rápidas. La introducción del plástico y el poliuretano en los materiales de la tabla las hizo mucho mejores y que la industria apostara por fabricarlas, sumándose más skates a la práctica.
En los 80 se populariza patinar en rampa más que en la calle, en los skateparks o rampas hechas por los propios skaters, por lo que las tablas se hicieron tablas mucho más anchas, con la llamada forma de pescado, además de más ligeras y preparadas para las transiciones.
Las tablas también empiezan a reflejar diseño, incorporando dibujos inspirados en la cultura y el arte del momento. Las tablas por tanto se volvieron más llamativas.
Vuelta al street skate a partir de los 90
A finales de los 80 y durante los 90, hay otro cambio de tendencia. Los skaters abandonan las rampas para volver al ‘street’, por lo que las tablas se hacen más alargadas y estrechas, perfectas para saltar obstáculos más que para bajar por rampas. Esta es la forma que actualmente ha llegado a nuestros días. La medida estándar en los 90 y principios de 2.000 se fijó en una tabla de madera hecha a partir de 7 láminas planchadas, con diferentes grosores desde 7,5 hasta 8 pulgadas. Se incorpora el griptape o lija para ganar adherencia.
Sin embargo, con la entrada del nuevo siglo, la industria empezó a crecer tanto que se hacen tablas de skate de cualquier tipo, más o menos anchas según las necesidades del skater. No podemos hablar ahora de una medida estándar. Además, se introducen nuevos materiales para la construcción de las tablas como la fibra de carbono e incluso el bambú. Hoy en día lo normal es hacer las tablas con 7 capas de madera de arce (o maple, es lo mismo) con resina epoxi, variando el ancho de la tabla según se quiera. Las ruedas también se hacen más grandes o más pequeñas según el modelo que se quiera. La multitud de dibujos o diseños que se plasman sobre las tablas es infinita.
El skateboarding actualmente es una industria potente con millones de seguidores que no deja de crecer. También se han popularizado las tiendas de skate o skate shop. Atrás quedaron los tiempos en los que se veía como un peligro, hoy en día las ciudades invierten en zonas de skate para practicar este deporte y la profesionalización del mismo está completamente aceptada.